Uno de los platos que más me gusta de los que hace mi madre, es este salpicón, que suele preparar en veranito y en ocasiones especiales. Es un poco laborioso, y es imprescindible hacerlo con cariño, pero la clave está en utilizar buenos ingredientes, porque no es difícil de preparar. En esta receta, más que nunca, es imprescindible una buena materia prima, os vale la pena acercaros al mercado más próximo y elegir bien el pescado y marisco, ¡espero que os guste tanto como a mi! 🙂
Ingredientes para 6 personas:
– 1 rape blanco de 1 kg. aproximadamente
– 1 pescadilla de 1 kg. aproximadamente (o una cola de merluza bien hermosa)
– 300 gr. de langostinos cocidos
– 1 paquete de crabis de mar de Pescanova
– 3 tomates maduros
– 3 cebolletas
– 1-2 pimientos verdes
– Sal
– Aceite de oliva virgen
– Vinagre de frambuesa (sirve el de sidra, pero el de frambuesa queda espectacular)
Tiempo: 1 hora y media
Dificultad: Fácil
Precio: 22€
Preparación:
Pedid al pescadero que os separe las cabezas y las espinas del rape y la merluza (así las podéis aprovechar para hacer otro día algo con base de fumet de pescado, o una sopita). En casa, hervid los dos pescados juntos, aunque hay que poner primero el rape, que por la consistencia de su carne tarda un poco más en estar listo. Normalmente en 5-10 minutos de cocción la carne está firme y en su punto, si lo hervís mucho más tiempo se quedará pastosa y será difícil que no se desmigaje.
Dejad que se enfríe el pescado, y proceded a separar la carne de la piel y las espinas. Aquí es donde hay que tener ojo y echarle cariño, porque es una lata, pero si luego un comensal se encuentra con una espina, os desluce el plato.
Colocad las piezas en una fuente, y añadid los crabis. De todo el surimi que he probado, éste es el que me parece más sabroso y que se presta mejor a trabajar con él en la cocina. Luego, pelad los langostinos y añadidlos también (para nota está guardar caparazones y cabezas para el famoso fumet, pero la verdad es que es un poco engorroso y abulta bastante).
Por otro lado, picad lo más finamente que podáis los tomates, pimiento y cebolletas (importante que uséis poca cebolla si no tenéis cebolletas a mano, que si no queda muy fuerte). Unid las verduras al pescado en la fuente y aliñad con el aceite de oliva virgen, un toque de sal, y un buen chorretón de vinagre de vino a la frambuesa.
Yo lo dejo un par de horitas en la nevera para que esté bien fresquito al servirlo… ¡¡a disfrutar, que es una delicia, y además sanísimo y light! 😉