Sé que Arzak es un maestro, que Arguiñano tiene legiones de fans, que Jamie Oliver es un fenómeno mediático… pero si me preguntáis a quién sigo yo con devoción y frenesí, tengo que deciros que para mi el más grande es Falsarius Chef… ¿Quién ha logrado hacer poesía con las latas, quién ha conseguido obras de arte con sobras, quién ha hecho quedar bien al más inepto de los aspirantes a cocinillas?
Si no lo conocéis todavía, estáis perdiendo un tiempo precioso. Yo tengo todos sus libros, sigo su blog, he visto sus programas… bueno, que soy súper-fan 🙂 .
Dicho esto, ahora os explicaréis mejor el título de esta receta. Es una fideuá que preparé el otro día y que me quedó buenísima, y eso que la hice «al estilo falsarius», es decir, con atajos. Me ha parecido muy original y rápida, perfecta para comer de tupper en la oficina, o incluso también para recibir a unos amigos que se han presentado de improviso.
Os dejo con la receta, estoy segura de que os va a encantar 😉 ¡¡Y bienvenidos al club «Falsarius»!!
Ingredientes para 4 personas:
– 1/2 kg. de fideos gordos (de los que tienen un agujerito dentro)
– 8 cangrejos de río cocidos
– 1 brick de base para cocinar de pescado Gallina Blanca
– 1/2 sobre de sopa de sobre de cebolla
– 1 pimiento rojo pequeño
– 1/2 cebolla
– 1 diente de ajo
– Sal y pimienta
– Aceite de oliva virgen
Dificultad: Fácil
Tiempo: 25 minutos
Precio: 9€
Preparación:
En una sartén con fondo alto ponemos a calentar un buen chorro de aceite. Picamos el ajo, la cebolla y el pimiento, y los pochamos unos minutos. Añadimos entonces la pasta y revolvemos hasta que está bien impregnada con el aceite.
Agregamos la base para guisar con pescado (más rápido que preparar un caldo de pescado para fideuá) y dejamos que vuelva a hervir. Cuando borbotee ponemos la mitad del sobre de sopa de cebolla (le da un sabor buenísimo) y dejamos que se guise todo a fuego medio unos 20 minutos (si vemos que nos quedamos cortos de caldo podemos poner un poquito más de agua).
Un par de minutos antes de terminar la cocción añadimos los cangrejos de río y ya tenemos lista una fideuá de esas que «quita el sentío»… ¡A la mesa!