Hoy os traigo un arroz de quitarse el sombrero. La receta es de una magnífica cocinera, Pura, que cada vez que recibe a mis suegros a comer, tiene que preparar este risotto 🙂 .
Sigue todos los cánones de la buena cocina italiana, así que prestad atención a los ingredientes, que al final acaban marcando la diferencia en este plato. Yo os recomendaría que hiciérais raciones extra, porque vuestros comensales van a querer repetir… ¡avisados estáis!
Ingredientes para 4 personas:
– 1/2 kg de Arroz Carnaroli (italiano)
– 250 gr. de Queso de tetilla
– 100 gr. de espinacas
– Un chorro de aceite de oliva virgen
– 1 diente de ajo
– Sal
– 1 brick de nata
– 1 brick de caldo de verduras
– 150 gr. de queso parmesano rallado
Tiempo: 30 min
Dificultad: Media
Precio: 8€
Preparación:
En una cazuela sofreímos el diente de ajo, y cuando coja color, se añade el arroz, al que removeremos con energía hasta que se impregne bien de aceite. Uno de los trucos de este arroz es no dejar de remover y estar pendiente del caldo para que lo vaya absorbiendo poco a poco y nunca se quede ni aguado ni seco, así que cuando el arroz esté un poco transparente, empezamos a añadir el caldo, poco a poco, y sin dejar de remover, vamos agregando más líquido durante unos 15 minutos. A la mitad de la cocción ponemos también las espinacas, bien lavadas y cortaditas.
A continuación, añadimos el queso cortado en taquitos (es muy cremoso, así que espesará el arroz rápidamente). Agregamos la nata, probamos de sal y dejamos que se haga cinco minutos más, antes de que el arroz se abra.
Ya está listo para llevar a la mesa. Otro secreto de un buen risotto es tomarlo en el momento en el que sale del fuego, luego se reblandece y se espesa demasiado.
¡Gracias Pura por la receta! 🙂
Con lo que me gusta el rissoto y encima en thermomix¡¡¡ no tengo excusa para no probarlo así que con tu permiso me lo anoto.
Un molbesito
¡Hola! Está buenísimo, tienes que probarlo, pero eso sí, no está hecho en Thermomix… ¡¡Aunque seguro que se puede!! Voy a probarlo, y luego añado la versión «a máquina».
Un besote