Ya lo sé, me he venido arriba con el tema de las mermeladas… ¡pero es que es un vicio! Están buenísimas, se hacen en un periquete, y en este caso, fue la solución perfecta para unos tomates que se me estaban poniendo un poco mustios en la nevera. Ahora que vienen las fiestas, son un básico para aperitivos, cenas… un poquito de queso, una mermelada casera, y veréis cómo triunfáis 🙂 .
Ingredientes para 1 kg de mermelada:
- 600 gr de tomates bien maduros
- 350gr. de azúcar
- El zumo de un limón
- 2 clavos
Precio: 3€
Dificultad: Muy fácil
Tiempo: 35 minutos
Preparación:
En primer lugar, escaldamos los tomates para quitarles la piel (básicamente, les hacemos una cruz en la piel con un cuchillo y los introducimos en agua hirviendo durante 20 segundos. Cuando los retiremos del agua, se pelan muy fácilmente).
Ya sin piel, los cortamos en cuartos y los introducimos en el vaso, con el zumo y el azúcar. Trituramos a velocidad media-alta durante unos 20 segundos. Al término, incorporamos los clavos y programamos 30 minutos, temperatura varoma, giro a la izquierda, velocidad 1. Al cabo de 10 minutos, retiramos el vocal para que pueda evaporarse algo de líquido.
Comprobamos que tiene la textura adecuada (si está muy líquida, le damos un par de minutos más de programación) y en cuanto se enfríe, ya estará lista para degustar… ¡deliciosa! Por cierto, sirve también como acompañamiento de carnes rojas, no solo como postre o entrante.