Pues sí, ya estaba tardando en publicar una nueva receta de mermelada 🙂 . En esta ocasión voy a hablaros de una variante de la mermelada de fresas tradicional, y es que le añado un poco de ruibarbo, una especie de fruta-verdura (en serio, se ha tipificado de las dos maneras) muy utilizada en repostería británica. A a vista se parece a una acelga rojiza, y tiene un sabor bastante ácido. Por cierto, si lo compráis entero, tened cuidado porque lo único que se puede comer es el tallo, las hojas son un poco tóxicas :S Hasta ahora era relativamente difícil encontrar ruibarbo en nuestro país, pero poco a poco se va haciendo un huequecito en las fruterías… os animo a buscarlo porque el punto ácido que le da a la mermelada es el contrapunto perfecto del azúcar, ¡y está buenísimo!
Por lo demás, es una receta extremadamente fácil, que cunde muchísimo, ¡vamos allá!
Ingredientes para 1 kg de mermelada:
- 250 gramos de tallos de ruibarbo
- 250 gramos de fresas
- 500 gr. de azúcar
- el zumo de un limón
- 1 sobre de gelificante (yo lo compro en Lidl, se suele usar en repostería para crear icing y coberturas para tartas)
Dificultad: Nula
Tiempo: 20 minutos
Precio: 4€
Preparación:
Ponemos todos los ingredientes en el vaso, y los trituramos durante un minuto a velocidad 3. Al terminar, programamos 17 minutos, temperatura varoma, velocidad 2…. y ya, poco más hay que decir salvo que conviene ponerla en los botes que hayamos elegido cuando todavía está caliente para que sea más fácil de manipular (luego se solidifica un poco). ¡¡Y a disfrutar, es una delicia!!