Estamos en plena temporada de mi fruta favorita, las cerezas, así que siempre que llega el calor aprovecho para hacer mil recetas diferentes con ellas… ¡qué ricas!
El plato de hoy es una de tantas variantes del gazpacho tradicional. Ya os he dado la receta con manzana, con sandía, con melocotón, de fresas, gazpacho de pepino… hay mil formas de darle un toque original a esta receta para no cansarnos (yo podría vivir todo el verano a base de gazpachos, salmorejos y variantes ;)).
No tiene ninguna dificultad, y dado que en esta ocasión no voy a escaldar los tomates, y evidentemente las cerezas van con piel, la única novedad que introduzco es que al final, cuando está listo, lo cuelo por un colador muy fino para que se quede suave y totalmente líquido, casi como un refresco… Es adictivo, os aconsejo que preparéis litros y litros 🙂 .
Ingredientes para 8 personas:
- 500 gr de cerezas
- 8 tomates en rama bien maduros
- 1/2 cebolla blanca
- 1/2 diente de ajo (o 1 diente pequeñito entero)
- 1 pepino hermoso
- 1 puñadito de sal
- 1 chorro generoso de vinagre
- 15 ml de aceite de oliva virgen
- 1 buena rebanada de pan (yo tuve que usar en esta ocasión dos rebanadas de pan de molde, funcionó perfectamente)
- 1 vaso de agua
- 1/2 pimiento rojo
Dificultad: Muy fácil
Tiempo: 10 minutos (más el tiempo de refrigeración en la nevera. Fresquito está mucho más rico)
Precio: 7€
Preparación:
En primer lugar, quitamos el hueso de las cerezas (yo tengo un pequeño aparatejo muy útil que sirve también para aceitunas, os lo recomiendo porque es más rápido y limpio que ir una a una con un cuchillo, pero se puede de cualquier manera, no es difícil).
Ahora, introducimos en el vaso del Thermomix las cerezas, la media cebolla, el ajo (poquito, mejor que no se note casi), un pepino grande sin piel, los tomates en cuartos, el pimiento, el chorretón de vinagre (con alegría), la sal (también con alegría), y el pan. Programamos un minuto a velocidad 5, y al término, añadimos un poco de agua si lo vemos muy pastoso (yo puse un vaso entero) y ajustamos de sal y vinagre. Volvemos a programar durante 2 minutos, velocidad ascendente 5-10, y ponemos el aceite en la tapa del vaso para que vaya integrándose poco a poco por el bocal.
Ya tenemos un fantástico gazpacho con un color precioso, listo para tomar si nos apetece. Yo, como os comenté en la intro, quería que estuviera totalmente liso y que fuera muy líquido para tomar casi como un refresco, así que lo pasé por un colador muy fino y lo dejé en la nevera durante un par de horas antes de tomarlo… Lo dicho, que podría vivir de esta maravilla, ¡qué aproveche!