Ahhhhhhhh, alitas de pollo, mi debilidad, creo que en algún momento podré escribir un libro enterito dedicado a las alitas, qué ricas, qué sencillas, qué versátiles… no sigo, creo que se nota que me encantan, y si sois igual de fanáticos que yo, aquí podréis encontrar todas las recetas que tengo en el blog dedicadas a ellas… ¡a gozar!
Hoy os traigo un descubrimiento perteneciente al libro «The Great American Slow Cooker Book«. Tienen una mínima preparación previa a introducirlas en la crockpot, pero vale la pena, son apenas 10 minutos más y el color y sabor que les aporta el paso por la sartén con el aceite de sésamo es estupendo. Os van a rechiflar, y como siempre, son un éxito para cenas entre amigos, reuniones futboleras, aperitivos, etc. ¡Vamos a por ellas!
Ingredientes para 4 personas:
- 1 kg de alitas de pollo partidas
- 1/3 taza de aceite de sésamo (es un básico en los lineales de cocina oriental de cualquier supermercado)
- 1 cucharada de semillas de sésamo
- 1/2 taza de azúcar moreno
- 1/2 taza de salsa de soja
- 1 cucharada de jengibre molido
- 3 cucharadas de vinagre de arroz
- 1 pellizco de pimienta negra molida
Dificultad: Fácil
Tiempo: 5 horas aprox.
Precio: 9€
Preparación:
Mezclamos la salsa de soja, el azúcar, las semillas de sésamo y el jengibre en polvo en la crockpot hasta que se queda el azúcar casi disuelto en su totalidad.
En una sartén o cazuela grande ponemos a calentar el aceite de sésamo, y vamos salteando las alitas por tandas, dejando que se doren ligeramente (no se tienen que tostar, o freír por completo, se trata de darles sabor y aportarles un poco de color). Las agregamos a la crockpot y cuando las tengamos todas, removemos para que se impregnen bien con la salsa (también ponemos el aceite de la sartén).
Programamos la crockpot durante 4 horas y media en baja temperatura (Low) y al término, colocamos las alitas en una fuente, y terminamos la salsa. Para ello, ponemos de nuevo en la cazuela los jugos y salsa de la crockpot, añadimos el vinagre de arroz y calentamos durante unos 5 minutos a fuego alto. Removemos hasta que se forme una salsita parecida a un caramelo, espolvoreamos la pimienta por encima y bañamos las alitas con ella… ¡¡no hay nada más tierno, os va a encantar!!