¡Pues ya estamos por aquí otra vez! En casa solemos preparar barbacoas y asados con frecuencia, y ahora que me estoy cuidando un poquito, tengo que cortarme los dedos para no atacar las morcillas y los chorizos… ¿solución? Me preparo yo unos choricitos de pollo, con carne bien magra, para no pasarme de grasa… Dan bastante bien el pego, quedan muy jugosos, y no dan mucho la lata de preparar. De hecho, a mis hijos les encantan, es ponerlos en la fuente y desaparecen… os animo a que los preparéis, porque cambiando la carne de base y las especias podemos hacer variantes deliciosas al gusto de cada uno, ¡vamos allá!
Ingredientes para 6 choricitos de pollo:
- 400 gr de carne de pechuga de pollo picada (pedidle al carnicero que limpie bien de grasa las pechugas antes de picarlas)
- 1 cucharada de leche en polvo (o de copos de puré de patatas)
- 1 huevo pequeño
- 2 cucharadas grandes de queso para untar tipo Philadelphia (light, claro, así seguimos cortando las grasas en la medida de lo posible)
- 1 cucharadita de hierbas para chimichurri (hay de muchas marcas, si no, podéis poner pimienta, orégano y tomillo)
- 1 cucharadita de colorante alimentario (es opcional, pero el pollo se queda bastante blanquecino si no se le anima un poco, y la comida entra también por los ojos)
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de ajo en polvo
Dificultad: Fácil
Tiempo: 1 hora y 30 minutos aproximadamente (contando con la hora de reposo)
Precio: 5€
Preparación:
En primer lugar, ponemos en un bowl grande la carne junto con el huevo, la leche en polvo, el queso y las especias, y lo removemos bien hasta que está todo bien integrado. Lo llevamos a la nevera y dejamos que se asiente durante una hora.
Al cabo de ese tiempo, cortamos seis trozos de film de cocina (cuadrados, más o menos, igual de largo que de ancho) y ponemos en el centro aproximadamente un par de cucharadas a rebosar de la mezcla de pollo. Lo enrollamos como si fueran caramelos, hasta que quede la carne bien prieta en su interior, y los ponemos sobre el recipiente varoma.
Colocamos el varoma sobre el vaso, y programamos 30 minutos, máxima temperatura, velocidad cuchara. Cuando termine el programa olerá a choricito la cocina que dará gusto, pero toca esperar a que se templen un poco antes de quitarles el film.
Una vez que ya están libres del plástico, solo tenemos que freírlos, o pasarlos por la parrilla para que se doren un poco. La carne ya estará cocida, así que con un par de minutos sobre la plancha será suficiente. Con patatas, verduras al horno, ensalada… todo le va perfecto a estos chorizos, y ya sabéis, sin remordimientos, porque apenas tienen grasa, ¡a gozar! 😉