No hay nada mejor que una buena salsa de tomate, y os puedo asegurar que esta receta os va a sorprender porque tiene solo tres ingredientes y es espectacular. Para los que no sepáis lo que es la passata, es un puré de tomate, que según lo que lo concentremos puede servir de salsa, o como potenciador del sabor o base de otras salsas más elaboradas.
Esta receta la saqué del fantástico blog de cocina en olla lenta, crockpotting.es, que os recomiendo muchísimo que lo visitéis, porque tiene muchísimas recetas, muy bien explicadas. De hecho, gracias a la receta de Marta, me ahorré los intentos para conseguir que la passata tuviera buen color (para que salga rojita y no tirando a marrón es necesario triturar previamente los tomates, ahora os lo explico bien).
Nada más, la receta es tremendamente sencilla y el resultado es espectacular. Eso sí, en este caso es VITAL contar con tomates buenos, de esos que saben a tomate, no me importa si son feos como un demonio, pero por favor, ricos… si no, la passata no luce lo que debiera y se queda hecha una pasta sin gracia.
Y sin más… a por la receta 🙂
Ingredientes para 8 personas:
- 2,5kg de tomates BUENOS (y maduritos)
- 4-5 hojas de albahaca fresca
- 1 cucharada de sal
Precio: 6€
Tiempo: 10 horas aprox.
Dificultad: Nula
Preparación:
Lo primero, que los tomates sean buenos, ya comentamos lo importante que es la materia prima en este tema.
Una vez que tenemos los tomates, los lavamos, les quitamos el pedúnculo y los partimos en cuatro. Los introducimos en una batidora (yo uso la Thermomix, pero sirve cualquier picadora o batidora) y los trituramos bien. Hay que tener en cuenta que el resultado será más o menos pastoso en función del agua que tengan los tomates, puede variar.
Introducimos en la olla el tomate triturado, las hojas de albahaca y la sal, y programamos 6 horas en alta (high). Al cabo de ese tiempo, destapamos un poco la tapa y dejamos otras 2-3 horas. ¡Listo!
Mi passata es bastante firme porque me gusta muy concentrada, la versión tradicional es un poco más líquida (como una salsa de tomate normal). El punto y firmeza de la passata es ya a gusto del consumidor… id probando hasta encontrar el que más os guste.
Os va a sorprender muchísimo todo el sabor de una salsa TAN sencilla… Podéis usarla con pasta, como base para reforzar guisos, como parte del relleno de empanadillas… En fin, os va a encantar y a dar mucho juego, ¡que la disfrutéis!