¡Mi primer queso, Chispas! :)

Receta fácil de queso fresco

Queso fresco con lima y pimienta

Atención, amantes del queso, hoy os traigo una revelación… ¡¡hacer queso en casa es facilísimo!! Un día me llegó una noticia de una chica americana que se había hecho famosa gracias a su negocio para fabricar queso casero. Me puse a indagar un poco, me fascinó lo que hacía, y sin dudarlo mucho, me compré su libro «One hour Cheese«.

Os lo recomiendo a todos, explica de cero el proceso por el que se forma el queso, los tipos de cuajo que hay, las leches que sirven y las que no… es fantástico y muy sencillo. Además, no solo trae muchísimas recetas de queso diferentes, sino que también incluye platos en los que podemos usarlos… de verdad, un auténtico descubrimiento.

Lo único que necesitáis para preparar el queso que os enseño hoy (ya he preparado varios del libro, me encantan todos, y a la familia ni os cuento) es una tela de algodón especial para poder colar el cuajo. Os pongo un enlace de Amazon para que veáis de lo que hablo, es donde lo compré yo, pero seguro que hay en multitud de sitios más. Ah, y un termómetro de cocina, pero juraría que pelín a ojo también os puede salir 😉 ¡Vamos allá!

Ingredientes para un queso pequeño:

– 1 litro y medio de leche fresca (sin pasteurizar)
– 50 ml de vinagre de manzana
– 1 pellizco de sal
– 1 pellizco de cayena picada

Dificultad: Fácil

Tiempo: 1 hora

Precio: 3€

Preparación:

Ponemos la leche en una olla y la calentamos, removiendo con frecuencia (con una cuchara de metal) para que no se pegue por abajo. Ponemos el termómetro y medimos hasta que llegue a 90º (para que os hagáis una idea, es justo cuando empieza a humear ligeramente, unos segundos antes de que empiece a hervir).

Añadimos entonces el vinagre, retiramos del fuego, y removemos con alegría durante un minuto (la leche se coagulará en tan solo unos segundos).

Ponemos un escurridor sobre el fregadero, y lo cubrimos con el paño de algodón. Vertemos con cuidado la leche cuajada y dejamos que escurra durante un par de minutos.

Añadimos la sal y la cayena, lo mezclamos bien con las hebras de requesón y escurrimos bien el líquido restante que pueda quedar, haciendo una bolita con el trapo y apretando bien. Para darle la forma de queso y drenar bien el líquido, ponemos el paño con el queso dentro sobre el escurridor y encima le colocamos algo con peso (por ejemplo, un par de bricks de leche, una botella grande de agua, etc) y lo dejamos estar unos 15 minutos.

Ya está listo el queso, aunque yo lo dejo estar un rato asentándose en la nevera para que se refresque un poco y coja más cuerpo. ¡¡Y a la mesa, que está buenísimo y es totalmente natural!!

Título: One-hour cheese
Editorial: Workman Publishing
Precio: 14€

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