Bueno, pues parece que poco a poco bajan las temperaturas, así que vamos sacando las cucharas, que apetece 😉 .
Ésta es una de las sopas más reconstituyentes que conozco, es un plato de aprovechamiento y se hace en nada de tiempo. Seguro que la habéis probado mil veces, pero por si no os habéis atrevido con ella, o si queréis tener una receta que funciona de verdad (porque variantes, hay bastantes)… tomad nota 🙂
Ingredientes para 6 personas:
- 1 litro y medio de agua
- 2 dientes de ajo
- 6 rodajas de pan gruesas (mejor si es de pueblo o del día anterior)
- 1 pellizco generoso de pimentón de la Vera
- 4 huevos
- 150 gr. de taquitos de jamón
- 1 chorro de aceite de oliva virgen
- 1 pellizco de sal
Dificultad: Muy fácil
Tiempo: 30 minutos
Precio: 4€
Preparación:
Lo primero que haremos es picar los ajos en láminas (ni gruesas ni finas) y dorarlos en una cazuela con un fondo de aceite de oliva. Cuando empiecen a coger color, desmigamos el pan en trocitos, y los agregamos a la olla, para que se impregnen con el aceite y el ajito, y se doren un poco.
Agregamos entonces un pellizco de sal, removemos, ponemos el pimentón (sed generosos, que es lo que le da vidilla a este plato), seguimos removiendo bien para que no se queme, y a continuación incorporamos los taquitos de jamón.
Rápidamente pondremos el agua (si usamos un caldo, pues mucho mejor, claro), y le daremos un hervor durante 5-6 minutos.
Mientras pasan esos minutillos, batimos los huevos y los añadimos lentamente a la sopa, sin parar de remover… Probamos de sal, ajustamos de sabor, y ya tenemos una magnífica sopa castellana que llevar a la mesa, ¡vais a ver qué pronto entráis en calor!